R: Estoy todavía en las nubes, no me doy cuenta de lo que ha pasado. Llegué y jugué como si se tratara de cualquier otro partido, daba igual que fuese el primero o el último. Hice lo mejor que pude. Hay muchas emociones en mí, pero las controlo, no logro hacerlas salir todavía. Lo importante es haber ganado. Este es uno de mis torneos favoritos junto con el de Nueva York.
P: ¿Fue cuestión también de control mental? ¿Piensas que Dinara tuvo problemas con su servicio? ¿Tenía más presión por ser la número uno?
R: No sé, no quiero hablar por ella. Trabaja muy duro, la respeto mucho. Un día lo conseguirá aquí. Juega con mucha presión, yo juego para divertirme. Ella es la número uno porque lo merece.
P: Estabas perdiendo 3-1, pero nada te ha intimidado. ¿Pensaste que debías jugar relajada?
R: Ayer dije en la rueda de prensa que ella tenía la presión. Yo salí y me sentía muy calmada. Fue como en el US Open, me sentía igual. No puedo explicarlo, esto es lo mío, me encanta, no puedo pedir más. Dios me ha dado la oportunidad y no puedo pedir más.
P: Ella es también rusa. ¿Eso lo hace más fácil o más difícil?
R: Es impresionante jugar contra Dementieva y con Safina. Ha sido difícil este partido con Dinara. Este ha sido el partido más importante que hemos disputado. Estoy muy contenta porque gané, es un honor ganar esta copa y recibirla de manos de Steffi.
P: Pasaste por un periodo difícil después del US Open. ¿Cómo te recuperaste?
R: Sí, ha sido muy duro, justo antes de Roland Garros del año pasado, perdí en Roma, me marché a Moscú, mi entrenador no estaba contento, le dije que quería abandonar el tenis, no quería ir a Madrid. Marat me dijo: “¡Estás completamente loca!”. Lo tenía todo encima, tuve que tomar una decisión, yo sola, y no me sentía lista.
P: Entonces, vuelves a Moscú, pones las cosas en orden. ¿Qué fue lo más importante, lo que te ayudó a tomar una decisión?
R: Tenía tanta gente que me decía, “No vas a poder entrenarte allí. No vas a lograr concentrarte”. Luego vinieron los Juegos Olímpicos y lo pasé muy mal. Yo no estaba lista, el calendario era muy difícil.
Un día, un grupo de amigos vinieron a mi club. Roger estaba allí y ellos querían tomarse una foto con él. Yo nunca antes había hablado con él, me acerqué y fue super amable. Le hablé de mis problemas y me dijo “Solo puedes depender de ti misma. Si puedes concentrarte y vivir en Moscú, hazlo”. Así que lo hice, trabajé muy duro. Estaba con mi familia, en mi país y además soy muy patriótica.
P: En los vestuarios dicen que eras la más maja para salir, para divertirse. Hace unos momentos en la pista, durante la ceremonia, te veías tan seria, tan concentrada…
R: Estaba en estado de schock. Concentrada, por eso no sonreí tanto.
P: Has dicho antes que te gusta Roger Federer. ¿Mañana irás a verlo jugar?
R: No, no creo. Estoy loca por volver a casa. Sólo tengo cuatro días. Si tomo el avión temprano, lo veré en casa, con mis amigos.
P: ¿Qué significaría si Roger ganara?
R: Sí, ya he pensado en ello. Significaría mucho porque también ganamos el US Open. Estoy con él. No creo que importe si estoy o no en Francia. Estaré feliz por él.
R: En el primer saque, vi que ella estaba muy nerviosa. Cuando vino la doble falta, miré a mi gente, me persigné y fui a darle la mano. Después cuando me di la vuelta, sonreí. Pero hubiera podido tirarme al suelo, como soñaba hacerlo. Pero bueno, no sonreí por sus faltas, la respeto mucho, no podría reaccionar así.
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