La campeona de Roland Garros, Svetlana Kuznetsova, explicó hoy en español que está "un poco flipando" tras ganar en la final a su compatriota rusa Dinara Safina y contó por qué en la pista, en medio de su alocución al público en inglés, dijo "tío cojonudo" en español.
"No me gusta soñar. Soñar dicen que es gratis pero soñar no te hace ganar cosas o perder. Me gusta más la realidad", dijo la tenista formada en la escuela Sánchez-Casal- de Barcelona, que viajó a París con su fisioterapeuta David Caro, al que dedicó ese guiño especial tras la victoria.
"David comparte habitación de hotel con Sasha (su padre, Alexandr Kuznetsov)", entrenador de seis campeones olímpicos de ciclismo y actualmente responsable del Locomotiv, mejor club ciclista ruso.
Caro sólo habla español y Sasha se expresa en ruso, así que en su 'babélica' relación, se enseñan palabras él uno al otro.
Entre los vocablos que comparten figura la expresión "tío cojonudo", que se ha convertido en el saludo amistoso que ahora la campeona de Roland Garros utiliza para dirigirse a su fisio, comentó Kuznetsova.
Tras su victoria por 6-4 y 6-2 contra Safina, la tenista contó esa anécdota en rueda de prensa, donde explicó también que "por fin, ganó" en París, con lo que ya suma dos Grand Slam, tras el Abierto de Estados Unidos en 2004, contra su compatriota Elena Dementieva.
"Estoy haciendo lo que amo. Me divierto. Es mi pasión y mi trabajo. No puedo pedir más", comentó Svetlana, quien señaló que es "extraño" que los dos títulos de Grand Slam que tiene los conquistó contra jugadoras rusas.
La mujer que arruinó el sueño de Safina, que quería despejar cualquier duda sobre su condición de número uno ganando su primer Grand Slam, explicó que lo pasó mal para llegar hasta dónde está.
"Ha sido duro muchas veces (...). En un momento dado (la pasada primavera), perdí en Roma, me fui a Moscú y mi entrenadora no estaba muy contenta al respecto", comentó la tenista.
"Dije: no quiero entrenarme, no quiero pensar en ello, no quiero volver a España... unas cuantas veces dije que quería dejar el tenis", explicó. "Lo dije, pero nunca lo sentí", sentenció.
Entonces dejó España y se instaló en Moscú, a pesar de que muchos le decían que allí no podría entrenarse bien por la vida nocturna, la popularidad, etc.
El comienzo no fue esperanzador, ya que en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 perdió en primera ronda.
Pero allí, en la Villa Olímpica junto a sus amigas del equipo femenino de baloncesto, se encontraron con el suizo Roger Federer y las baloncestistas le pidieron a Kuznetsova que intercediera para conseguir una foto con él.
La tenista adora a Federer, a quien sitúa como favorito en su final contra Robin Soderling mañana, pero nunca le había pedido una foto. Lo hizo para sus amigas... y se pusieron a hablar durante diez minutos.
Svetlana le contó los problemas que tenía, recordó la campeona de París, mientras el de Basilea escuchaba. Después le dio un consejo: "lo que hagas sólo puede depender de ti. Si puedes concentrarte y vivir en Moscú, hazlo. Sólo tú puedes juzgarlo".
"Creí en ello", confesó la tenista, quien contó que se fue la capital rusa, se entrenó duro y tuvo su tiempo para hacer "de todo". "Tenía mi pasión, a mis amigos, mi país. Soy muy patriota. Me encanta estar en Rusia", agregó.
Un año después de su periplo interior en busca de las claves que le faltaban para regresar a lo más alto del tenis, ha arrebatado el título de Roland Garros a la número uno del mundo. "Busco nuevas batallas en el futuro", apostilló.
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